Metadatos, definición y características

Con el asentamiento de las nuevas tecnologías y todo lo relacionado con el entorno virtual, el concepto de metadatos ha cobrado especial protagonismo. En el sector de la informática es muy utilizado y siempre está relacionado con los datos que se utilizan para describir otro tipo de datos.


 

1. Definiciones de metadatos

Los metadatos son un término que se acuñó en los años 60 para describir un conjunto de datos, pero es ahora cuando está obteniendo más importancia y cuando más se está escuchando por el mundo virtual. Su primera acepción fue la de dato sobre dato, pero a partir de 2004 fue evolucionando hasta convertirse en los que hoy conocemos: metadatos.

La etimología de este término consta de dos palabras, una griega y otra latina. Por un lado la palabra griega “meta”, que significa después de o más allá de, y por otro lado el vocablo latino “datum”, que significa dato. Así mismo, se forma la expresión metadatos como más allá de los datos. En base a esto, metadatos son un conjunto de datos que describen el contenido informativo de un recurso, de archivos o de información de los mismos. Es decir, es información que describe otros datos. No obstante, la palabra metadatos no tiene una definición exclusiva, ya que son varias las expresiones con las que se conoce, tales como informaciones sobre datos, informaciones sobre informaciones o datos sobre informaciones.

A pesar de que la palabra metadatos se emplea en la actualidad, generalmente para el ámbito de la informática, el concepto es anterior a Internet, si bien el interés que ha suscitado ha hecho que se utilice en este entorno. El término metadatos es principalmente muy usado en el ámbito de la informática, enfocado a las empresas debido a la adquisición de una relevancia única en los últimos tiempos como consecuencia de las grandes cantidades de información que se manejan actualmente en las compañías. Por ello se emplean los metadatos como ayuda para gestionar los datos o información con que trabajan para una mayor efectividad y rendimiento.

 

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2. ¿Cuáles son sus usos?

Aunque los metadatos tienen una utilidad concreta, es cierto que se pueden usar para muchas más cosas que la esencial. Debido a ello, los metadatos tienen como característica principal que son multifuncionales. Es una herramienta que tiene múltiples ventajas que posibilitan una buena administración de los datos cuando se llevan a cabo los procesos de gestión y gobierno de la información contenida. Así, vamos a detallar todas las funciones que tienen los metadatos:

  • Facilitan la búsqueda y el análisis: los metadatos ayudan a buscar los datos más fácilmente y permiten realizar el análisis de los datos desde la propia fuente, favoreciendo la autodocumentación, la transformación y el reporting, entre otras funciones.
  • Mejora la gobernanza de los datos: gestionar los metadatos en un entorno estandarizado hace posible la buena gobernanza de los datos y esto, a su vez, hace que el programa sea exitoso.
  • Ayuda a la integración: empleando los metadatos para el uso conjunto entre usuarios de TI y de empresas, se permite que haya una mejor integración completa. De esta manera también ayuda a mejorar la gestión de los datos de manera más global.
  • Facilita la estandarización: esto es posible gracias a la eliminación de errores y debilidades. Así, mejora la calidad de los metadatos en el transcurso de su ciclo de vida. Además, a través de la gestión de estos, se consigue tener una visión más completa de dicho ciclo, de principio a fin.
  • Mejora los informes: la correcta gestión de los metadatos hará que los informes sean mejores, permitiendo entregarlos de manera segura y fiable. Esto se debe a la facilidad de intervención que hace que los procesos sean de mayor calidad.
  • Realiza desarrollos más rápidos: acceder a los metadatos de manera inteligente incrementa la producción de los creadores y minimiza el período de abastecimiento de la conectividad. Esto hace que se rebajen los costes de las modificaciones que se produzcan.
  • Gestiona los cambios: gracias a la gestión de los metadatos se ofrece una visión mejorada, así como el control que se requiere para la integración de los datos empresariales. Los cambios se observarán por medio de la automatización de los estudios de impacto, por lo que se podrá actuar para resolver los problemas que puedan surgir debido a ello.
  • Mayor seguridad: en el supuesto de que se produzcan cambios, se deberán proteger los datos críticos de la empresa, así como ayudar a que se cumpla estrictamente la normativa en cuestión. Esto puede hacerse como consecuencia de la apropiada gestión de los metadatos.

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3. Clasificación de metadatos

En base a todo lo relacionado anteriormente, se puede ver que los metadatos son una herramienta que proporciona la ayuda necesaria a las empresas que dominan una gran cantidad de información, organizándola para facilitar el trabajo de los usuarios y acelerando su productividad. Además, son muchos los usos para los que se emplean los metadatos, pero antes de seguir avanzando en materia debemos hacer un alto en el camino, para conocer la clasificación de los metadatos en cuanto a sus funciones. Así, estos se clasifican usando tres criterios esenciales, diferenciados por: su función, su variabilidad y su contenido.

  • Por su función: en esta primera clasificación, se entiende que los datos que se manejen pueden pertenecer a uno de los tres tipos de funciones que tiene: lógicos, simbólicos o subsimbólicos. Detallándolos brevemente, podemos decir que los lógicos son datos que explican de qué manera los datos simbólicos pueden usarse para hacer deducciones de resultados lógicos, por lo que se caracterizan por la compresión. Los datos simbólicos son aquellos que detallan los datos subsimbólicos, por lo que agregan sentido. Y por último, los datos subsimbólicos son lo que no contienen información alguna sobre su significado.
  • Por su variabilidad: en este aspecto, los metadatos se pueden clasificar según la variabilidad de los mismos, en dos grupos. Por un lado, estarían los inmutables, que son los datos que no cambian independientemente de la parte del recurso que sea visible. Y, por otro lado, estarían los mutables, que son aquellos que son diferentes de los demás e incluso difieren de parte a parte.
  • Por su contenido: esta última clasificación es la más usual. En este caso, se fraccionan los metadatos por su contenido. De este modo, se da la posibilidad de distinguir entre los metadatos que detallan el recurso en sí y los metadatos que describen el contenido de ese recurso. Sin embargo, se puede incluso subdividir estos dos grupos en más subgrupos dependiendo de la precisión con la que queramos llevar la clasificación de los datos.

 

4. El ciclo de la vida de los metadatos

Los metadatos tienen una estructura en cuanto a las funciones que realizan. Es decir, tienen un ciclo de vida que va detallando cada etapa por la que pasa, haciendo determinadas labores en cada una de ellas. Así, en este aspecto podemos diferenciar el ciclo de vida de los metadatos en tres fases: creación, manipulación y destrucción.

  • Creación: en esta etapa es cuando se crean los metadatos. Estos pueden desarrollarse de diferentes maneras, ya sea manualmente, automáticamente o semiautomáticamente.
  1. Forma manual: puede llegar a ser un procedimiento un tanto complicado, aunque todo depende del formato que se utilice y del volumen que se esté buscando. De todos modos, es más usada cualquiera de las otras dos formas de creación que detallamos a continuación.

  2. Forma automática: en este caso, el software recibe toda la información requerida por sí solo, es decir, sin ningún tipo de ayuda externa. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos en cuanto a los algoritmos que se emplean en este aspecto, es poco viable que el ordenador consiga por sí mismo, sacar todos y cada uno de los metadatos de manera automática. Así que esta forma tampoco llega a ser la más adecuada, aunque también se use de forma frecuente.

  3. Forma semiautomática: esta es la manera ideal para crear metadatos. Mediante este sistema se establecen una serie de algoritmos autónomos que sostiene el usuario en cuestión y que no permiten que el software pueda sacar por sí mismo los datos deseados, sino que necesita ayuda externa para ello.
  • Manipulación: en esta fase se llevan a cabo cambios en determinados aspectos. Por ello, si los datos en cuestión cambian, los metadatos también deben cambiar y esto se realizará fácilmente y de manera automática, aunque hay ocasiones en las que se necesita ayuda humana para urdir esta labor.
  • Destrucción: como última fase que puede realizarse en la vida de los metadatos está la destrucción de los mismos. En este caso hay que estudiar bien la manera de hacerlo. En determinadas ocasiones se eliminan los metadatos a la misma vez que sus recursos de manera conjunta. Sin embargo, hay otras situaciones en las que se conservan los metadatos por diferentes motivos, como por ejemplo para controlar las modificaciones en un documento.

 

5. ¿Cuál es el uso común de los metadatos?

Como ya hemos podido comprobar en un apartado anterior, el término metadatos tiene varios usos. Sin embargo, hay un uso común que es el más frecuente y es la refinación de consultas a buscadores. De esta manera, se ayuda al usuario a encontrar unos resultados más precisos y a no perder tiempo buscando de manera manual. Así mismo, los metadatos proporcionan la asistencia necesaria para categorizar las informaciones que están disponibles y hacer más sencilla la comunicación entre el usuario y el ordenador. Por tanto, los metadatos facilitan el trabajo clasificando y estructurando los datos disponibles.

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6.  Almacenamiento de los metadatos

Ya hemos tanteado la cuestión de cómo se clasifican los metadatos según los datos o informaciones que contienen, pero aún quedan otros interrogantes como el caso de dónde se pueden almacenar los metadatos para tenerlos a buen recaudo y bien organizados. En este caso, existen dos maneras de guardar los metadatos de manera segura:

  • Depósito interno: es decir, depositar los metadatos internamente en el mismo archivo que los datos.
  • Depósito externo: se trata de depositarlos externamente en su mismo recurso.

En principio, los metadatos se solían almacenar de manera interna en el mismo documento o archivo que los propios datos y esto se hacía con el objetivo de permitir una administración favorable de los mismos. En cambio, hoy en día se suele considerar como la mejor elección de almacenamiento el depósito externo. Esto es debido a que de esta manera se da la posibilidad de que los metadatos se agrupen para mejorar las acciones de búsqueda. No obstante, hay un problema en este aspecto. Se trata de la forma de unir un recurso con sus metadatos. En este sentido, en la mayoría de los casos se utiliza la técnica URIs, que localiza los documentos en la World Wide Web, aunque esto también genera otro problema a su vez y es que no todos disponen de documentos que tengan URL. Así que es un tema algo complicado y que debe estudiarse a fondo para tomar las decisiones de la mejor manera posible.

Sin embargo, hay un aspecto que hay que destacar respecto al almacenamiento de metadatos: la codificación. En base a esto originariamente se guardaban los metadatos empleando textos no cifrados o incluso la codificación binaria para almacenarlos en ficheros determinados. Pero en la actualidad es habitual utilizar para realizar esta labor el Extensible Markup Language (XML), que ayuda a definir los lenguajes de marcas creadas por el World Wide Web Consortium usado para almacenar datos de forma legible. Esto se aplica tanto para los usuarios como para los propios ordenadores, ya que es un lenguaje que dispone de muchas características que lo hacen ser el adecuado para estos casos. Aunque a pesar de las ventajas que conlleva también dispone de una serie de inconvenientes, como el espacio de la memoria, ya que los datos requieren de más volumen del que proporciona el formato binario. No obstante, debido a esto hay muchos supuestos en los que se unen ambos recursos (XML y codificación binaria) para unificar las ventajas de los dos sistemas y que se genere en una mejor labor de almacenamiento.

 

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